20 noviembre, 2012

A veces

A veces imagino 
que raspo con una cuchilla mi fosa nasal derecha y termino de sacar los restos de polvo que quedaron ahí la última vez que creí haber consumido algo más que malas noticias.
A veces mato 
con un lirio a cada monja que se me atraviesa y conjugo el verbo amar con pronombres que ya no existen.
A veces siento 
que al leer un poema mis venas revientan y la piel se pone extrasensorial, que brotan lágrimas incontrolables de mis ojos al inhalar el olor de los libros nuevos, que al hacer la última pausa mientras releo los versos tuyos el tiempo se detiene y no escucho más nada que mi corazón latiendo al ritmo de Brel.
A veces escondo
el sol dentro de mis gafas para hacer un poco más oscura la vida de los demás y dejar atrás esas frases hippies con sentidos ocultos.
A veces miento 
y finjo ser la persona más triste de este imaginario, solo para ir al ritmo de la vida actual y dejar de lado las cosas importantes. 


A veces vivo
momentos que no me corresponden vivir. 
A veces supongo
que la mejor forma de vivir es viviendo y no pensando.

18 noviembre, 2012

Un pedazo de luna

Mi propio pedazo del infierno... y me encanta.

Las palabras más bizarras,
los poemas más puercos,
las situaciones más vergonzosas.

Todo saben que las palabras románticas están devaluadas,
y todo lo sublime ha perdido su sentido.

Me hundo en mi cama de vocales y consonantes coloridas,
onomatopeyas gritadas en silencio y manchas de amor en las orillas.
Me hundo y soy feliz perdiéndome cada noche 
solo para que mi pedazo de luna me encuentre entre tantas guerras del pasado.

Dejo que su espada corte una y otra vez las espesas selvas de mi mente 
para que pueda alojarse en lo más profundo de mi alma.

Somos uno,
me despoja de mi ropa y de mis miedos,
penetra en mis recuerdos toda la noche,
me mira a los ojos y me hace sentir su ira.

Se deja caer sobre mi cuerpo,
derramando sudor,
sonriendo de felicidad.

Sonríe como si hubiese descubierto la verdad de la vida,
me grita al oído cosas que no puedo escuchar,
termina de inhalar el humo oxidado
y se va por la mañana.

Puta del viento

Arrancaste fríamente el cuchillo traicionero de mi espalda,
sonriendo mientras yo me ahogaba en un charco de decepción
del color de tus ojos.

Limpias tus dedos largos, viejos y torcidos.


Finges ser feliz en el mundo que inventaste para huir de tu miserable vida,
tratando de olvidar la violación que disfrutaste a los 13 y tu adicción a los calmantes disfrazados en líricas.

Te cortas diariamente durante los destellos de psicosis e histeria,
escuchas caballos detrás de ti y no puedes dejar de inhalar hadas.

>>Dices que su polvo mágico es el mejor<<


Muero sobre papeles arrugados, deudas y escritos.
Recogen mi obeso y pálido cuerpo, 
lo entierran en el bosque junto al loco obrero de la esquina...
Pero sabes que sigo aquí en tu mente.


Sigo tus pasos, huelo tu sudor, mando a la verga a los pastores y te espío mientras entregas tu útero y tu ecuador a los camioneros y te veo no disfrutar... ni el dinero que te lanzan.

Pero aún así eres feliz, 
o eso es lo que le cuentas a los megáfonos alternadores de cuentos con los que te reúnes cada sábado a comentar sobre tu virginidad.

>>Después de tu historia hablaron sobre el narco que se acuesta con la monja<<

¿Al final quién tuvo una vida miserable?

Sólo fui un poeta pobre, lleno de deudas y sin nada bueno para escribir.
Ese poeta que tenía una pluma en su mano y la usaba solo porque no era agradable ante los ojos de la manada analfabeta, con ojos chuecos y dientes amarillos.

>>Insisto en creer que el cigarro cura mis heridas<<


Tú, puta del viento... sonríe.

Yo seguiré viendo desde adentro de ti cómo lloras arrepentida la muerte de mi cuerpo, 
y cómo intentas morir después de recoger las monedas del piso.

09 noviembre, 2012

Deseo

Es imposible aburrirme a tu lado 
el viento nos sigue y nos trae cosas nuevas, 
cosas buenas.
La soledad deja de tener sentido 
y los milagros suenan cada vez más convincentes cuando veo a tus ojos.

Dejemos que los unicornios nos encuentren 
y juguemos a ser grandes planificando nuestro futuro, 
nuestro siguiente encuentro.

El lado oscuro de mi inconsciente me permite ver con claridad 
que necesito seguir escuchando tus poemas, 
tus palabras, 
que la única vez que quiero soltar tu mano es para aplaudirte.

No escribo, 
mucho menos soy poeta, 
sólo intento plasmar en estas torpes letras todo lo que siento, 
todo lo que pienso. 

E intento hacerte sonreír sin que tus días tengan cuenta regresiva, 
sin que pienses en morir... 
sólo en crecer, 
sólo en reír.

08 noviembre, 2012

La H que habla

Si tan solo las palabras
perfectamente ordenadas
y en el tiempo correcto
pudiesen expresar lo que siento,
cuando tú... la sonrisa de mi alma,
me miras con calma,
usaría sin duda alguna
una nueva palabra
que sólo tus ojos y los míos
la puedan entender.


Ni el poema más sublime
ni un mensaje en tu camino
ni Piaf en tu oído
podrán hacerte entender
que aunque intente día y noche
imaginar mi vida sin tu voz,
me resisto a seguir
pues sin ti no sigo yo.

Te regalo este par de versos,
ya que no tengo un ramo de flores
espero que no los ignores,
y te quedes por siempre en mi vida,
si debo perderme y no encontrar la salida, 
prefiero que sea en tus ojos.


Para mamá.

04 noviembre, 2012

Invasores

Con el pasar del tiempo logramos aprender que los más dañinos invasores son los recuerdos.

/Besos que no pudimos dar,
/Saludos sin respuestas,
/Miradas que nunca olvidaremos,
/Palabras que dolieron y sigue doliendo,
/Sonrisas y versos.

Debajo de la cama, entre las revistas viejas, sobre la maleta de la universidad,
nadando en el café...

La verdad es que estos recuerdos tratan de huir
de la oportunidad de ser mencionados,
y somos nosotros los que insistimos en buscarlos.

Escapan por nuestras orejas, roban letras de los carteles viejos, cruzan lagunas mentales,
y parecería que nuestro trabajo es encontrarlos y lastimar-nos.

Hace dos noches estuve en una guerra de recuerdos,
hubo más de tres heridos,
el campo de batalla  lucía tétrico,
pude ver claramente la forma de vestir de mi abuelo 
la noche de navidad del 95,
recordé las palabras exactas que me dijo Jorge cuando nos graduamos,
reviví aquel día en que tuve un accidente y fracturé mi nariz,
volví a emborracharme cuando recordé la primera vez 
que bebí vodka.


Nuestra insistencia y nosotros.

El brutal quiebre entre lo real y lo futuro.

Búho

Solía despertar e inhalar de la cabeza del búho cada día,
absorber hasta el mínimo conocimiento escondido entre sus neuronas,
golpear bruscamente y caer entre las letras,
dejando que las casas me cuenten lo que sus dueños ocultan.

Con el pasar del tiempo adquiero sus ojos brillantes,
comienzo a coleccionar sus plumas grises,
otras veces sin darme cuenta empiezo a volar mientras trato de caminar
alcanzando una altura espectacular.

-una vez logré ver dónde se escondía mi miedo-

 Llevo meses con insomnio,
sin necesidad de café ni pesadillas,
viviendo por las noches y muriendo cada mañana,
expandiendo mis alas como símbolo de poder,
matar.

Continúo respirando aire espeso,
a veces dejo escapar algo de humo mientras hablo,
para que todos lo noten.

Sonrío al ver caer cada cuerpo tirado en la tierra,
destilando veneno en cada esquina;
aquí no hay sangre en la cara ni en el piso.


A veces creo sentir que alguien quiere ver a través de mis ojos de búho,
que trata de inhalar mi secreto de la creatividad,
el secreto que gritan los sonidos que no queremos escuchar.