30 julio, 2020

Quiero

... Y es que a pesar de las circunstancias no puedo sacarte de mí. 
Esa peculiar forma en la que te adueñas de los lugares tan solo llegando, 
la música que sale de tu cuerpo y pone a bailar a los cristianos, 
esa maldita manía de creer que el mundo gira a tu alrededor... 
y sí, gira a tu alrededor.

Lo tengo claro, créeme; pero ¿cómo le explico a mi impulso de besarte que no se podrá?, 
¿qué hago con estas ganas locas de hacerte sonreír?. 

Sabes bien que me conformo con lo que me das, 
pero por momentos siento que ya no puedo más. 

Es cuestión de tiempo para que mi valentía le gane a la razón e intente apoderarme de tu miedo, 
hacerlo mío, 
exprimir tus recuerdos y crear nuevas sensaciones en tu mente. 

Lo que quiero es tu alma, 
tus pensamientos, 
tus deseos, 
tu espíritu,
tus ganas de vivir.

23 julio, 2020

Tiempo

Viajo a través de recuerdos hacia el pasado 
y proyecto en él un futuro diferente que me asegure que este presente no existirá... 

Los uso como la máquina de tiempo que le dará una nueva oportunidad al mundo, 
a mi mundo; e intento pensar acertadamente dónde quiero estar. 

Cierro los ojos muy fuerte y me obligo a quedarme ahí, 
atrapada en el espacio que he creado y con el corazón en llamas.

Recorro lentamente mis deseos y me doy cuenta que camino por tu cuerpo.
Respiro profundo y tu olor está en todos lados.
Casi puedo tocarte.

En este nirvana me lleno de fuerzas para continuar,
me preparo para viajar al presente,
asimilando lo duro del fin de la fantasía y el temible anunciado regreso.
Me voy con la felicidad en mis manos.

22 julio, 2020

Vida

El roce de tu lengua contra tu paladar mientras piensas qué decir, eso soy yo.
La delicada vena roja que resalta en los cansados ojos de tu padre al llegar a casa, eso soy yo.
El latir agitado de un corazón con miedo a punto de saltar,
la lucha de las galletas por crujir entre las muelas para alimentar,
los cuerpos que se aman a escondidas,
la finura de una aguja, el dolor que puede causar y lo que es capaz de reparar también... 
eso, eso soy yo.

La incertidumbre de unos dientes imperfectos al ser expuestos durante una sonrisa espontánea,
un par de pies dando lo mejor de sí durante una pieza musical aún sabiendo que es el cuerpo quién se roba la atención,
tu comida favorita recién preparada,
tu consciencia susurrando al viento que no es correcto lo que intentas hacer,
el pecado alentando a tus ganas,
las cuerdas de un violín frotándose apasionadamente contra los dedos de un joven artista mientras rompe los esquemas de la música,
el sonido de la puerta que anhelaba tanto ser tocada y la casa que recibió la visita que esperaba, 
eso soy yo.

Una banca vacía en el parque que paciente ve el día pasar sin recibir compañía,
los zapatos rotos que buscan de forma desesperada volver a salir porque no recuerdan cuándo fue la última vez que lo hicieron,
las recetas familiares olvidadas en la alacena,
el “sí, acepto” que retumba en las iglesias,
el proyecto que tu mamá no pudo concretar porque prefirió a la familia...
eso soy yo.

Soy la tranquilidad de un obsesivo al cerrar la puerta 15 veces,
soy la sudadera de un deportista absorbiendo su esfuerzo,
soy el sol cayendo por la tarde, jugando a las escondidas entre los cables de luz y edificios de la ciudad,
soy el teclado que no se detiene hasta completar tu idea,
soy todas las personalidades de un humano con trastorno,
soy las alucinaciones de un esquizofrénico,
soy la constancia de una maestra de primaria,
soy la mercadería no vendida y los productos a punto de expirar.

Eso soy yo.

Un árbol anhelando compartir mi sombra,
las llantas lisas de un camión que ha recorrido más de lo pensado para cumplir con su objetivo,
la cuerda que sostiene del cuello al joven que tomó una decisión,
el agua hirviendo que aún no han apagado y empieza a consumirse,
un pollo huyendo de las manos que recién acabaron con la vida de mi compañero de corral,
la abrumadora tristeza de una abuela saliendo como una cascada incontrolable por sus ojos,
el último esfuerzo del enfermo,
un balón dentro del arco que llena de emoción a todo el estadio,
el pequeño cuerpo nuevo que acaba de ser parido,
el sublime sonido de las olas del mar golpeando las rocas,
eso soy yo.

Soy los sentimientos,
los recuerdos,
las experiencias,
los impulsos,
los pensamientos,
los deseos,
las acciones,
los momentos,
los secretos,
los errores.

Soy la vida y en todas mis expresiones soy la misma.

06 julio, 2020

Gardenia

El impacto que causó tu mirada en mí fue más grande de lo que esperaba,
me descubriste entre tanta gente y te dejaste ver tan vulnerable.

Quisiera poder coincidir contigo en otro mundo para darle la espalda al pecado 
y sonreír mientras caminamos lejos.

Más de una vez he logrado acariciar tu alma.
Lo sabes, no hay nadie como yo y no hay nadie como tú.

El nombre tuyo retumba como un mantra sanador y energético,
el corazón mío late aguerrido aferrado a la esperanza de una nueva oportunidad,
aún sabiendo que no debemos... 
mientras mi alma sonríe con ganas, al verte tan real.


Con los ojos cerrados repito una y otra vez, intentando que me escuches:

"Dejemos que los otros griten de coraje al vernos 
y corran buscando a quién juzgar... porque con nosotros no pueden.
Dejemos que los miedos fluyan a través de las cascadas de nuestros cuerpos,
deja que tu espíritu baile sobre mí."

El tiempo es relativo, 
pero la relatividad con el que avanza no impide 
que al final el tiempo termine pasando.
 Yo no quiero que me pase el tiempo, 
quiero que me pases tú y tus deseos; 
aunque seamos pecado, 
aunque el infierno pida nuestras almas, 
aunque nos cueste esta vida y la otra.

Mujer

Mujer fuerte,
Mujer sensual,
Mujer inteligente,
Mujer niña.

Capaz de sanar y crear,
Volar y jugar.

Mujer que teme pero se arriesga,
Mujer que quiere y lo consigue,
Mujer que aprende y crece.

Mujer.

Saltas al abismo sin mirar atrás,
Renaces una y otra vez...
Tres y cuatro, las veces que sean necesarias.
Te atreves a todo sin pedir más.

Mujer volátil,
Mujer creadora,
Mujer admirable.

Sueltas,
Brillas,
Bailas,
Besas,
Amas.

Única entre todas y
todas en una.

Oportunidades

Estamos hechos de oportunidades.

No desperdiciemos el tiempo llenándonos de odio, rencor, envidia, arrepentimiento y miedo cuando podemos invertir ese tiempo en activar nuestros sentidos para estar atentos a las situaciones que nos podrían dar nuevas experiencias para nuestra mente, espíritu y cuerpo.

Los sentimientos o pensamientos negativos nos llenan de falsos horizontes y malgastan nuestra energía haciéndonos creer que el mundo está en nuestra contra; otorgándole poder a los fantasmas mentales, nuestros y ajenos..

Para evitarlo debemos estar abiertos al aprendizaje en todas sus formas: nuevas sensaciones, personas y pensamientos.

Las oportunidades no solo nos las dan seres externos, también podemos dárnoslas nosotros mismos como prueba de confianza hacia el nuevo ser humano que creemos ser o somos. Y más que "podemos", debemos.

Cada mañana permitámonos demostrarnos que las lecciones vividas nos han entregado, por merecimiento, una nueva forma de ver el mundo; y que esto nos regala por añadidura paz y curiosidad. La conciencia nos empuja de a poco al razonamiento previo de cada acción nuestra, ayudándonos a evitar actitudes innecesarias, palabras banales y situaciones incómodas.

Al estar abiertos, de forma conciente, a nuevos conocimientos debemos también tener claro quiénes somos y en quién queremos convertirnos. No permitamos que seres humanos oscuros alteren nuestras creencias, ni tampoco dejemos que falsos iluminados nos hagan creer que somos algo que no va con lo que sentimos.

Piensa, siente, actúa.

Bajo esos parámetros impulsamos a nuestro yo interno para que trabaje en conjunto con nuestro yo externo. El accionar va de la mano con el presente y altera drásticamente el futuro. No hay mejor forma de vivir aquí y ahora que actuando en el momento preciso, sin falsos propósitos ni ocupaciones que impiden el paso de una solución.

Es ilógico creer que al aprender a identificar sentimientos, estar conciente de ciertas situaciones o al poder reconocernos sin necesidad de un espejo, podremos alcanzar un nivel de superioridad. No, todo lo contrario. Nadie es superior o inferior. Asimilamos el hecho de ser un pequeña partícula dentro de un multiuniverso que ha llevado consigo vida y muerte durante miles de millones de años. Pero ser una partícula trae consigo más que minimizarnos, es saber que aunque somos nada dentro de un todo, podemos generar cambios empezando con pequeñas acciones. Así logramos convertirnos de nada a la energía que puede mover ese todo si reaccionamos juntos. Dejando claro que la vida ya tiene su lista de reglas que permiten un justo funcionamiento del premio y castigo dentro de nuestro mundo conocido.

Naturaleza

De pronto fue como si los volcanes se activaran para permitir que mi furia salga a través de su lava,
como si las montañas entendieran mi angustia y 
empezaran a crujir para darme aliento,
mientras los mares se agitaban al compás de mis pensamientos para hacerme compañía.

Me dejé llevar por la corriente de aire,
fui parte de un torbellino de opciones y decisiones.
No era el fin del mundo, era el inicio de uno nuevo.

Del caos absorbí la experiencia y de los escombros renació mi esperanza;
del silencio brotaron nuevas ideas al mismo tiempo que la oscuridad me mostraba la luz guía.

Agité las alas de mi mente para fluir con mi naturaleza,
dejé de oponerme y obedecí sumisamente al latir de mi corazón,
a mis instintos de vida.

Nunca tuve más claro lo que tenía que hacer.