23 abril, 2020

Tierra

Hoy eres libre de nuestras promesas imposibles,
de nuestras historias coloridas sobre el amanecer lejos de aquí,
celebra este otoño como si fuese tu primera oportunidad 
para tocar el cielo con la copa de tus árboles convertidos en ramas,
no te detengas ni dejes que los sueños reveladores interrumpan tu noche.

Disfruta el ser un nuevo descubrimiento, 
una nueva América,
deja que conquisten otra vez tu Ecuador,
que anclen en tus playas vírgenes y prendan fogatas con tus pensamientos,
ve tranquila y deja que talen tu Amazonía,
siente el placer en cada uno de tus arbustos sacudidos por la lluvia.
Sonríe aún cuando te des cuenta que 
han acabado con tu flora y tu fauna,
y que tú, desesperada tierra, intentas florecer entre la nada 
mientras tus pies caminan sobre los cuerpos que dejó la guerra.

Los que pudieron conquistarte correrán lejos,
perderás su rastro entre tu neblina
y aún así escucharás los jadeos dentro de tus cuevas,
irán contando a su manera la historia de cómo lograron 
robar los tesoros y cómo extinguieron tus especies
dejando restos para los nuevos curiosos.
Se irán con la falsa satisfacción de haberlo conseguido sin saber 
que fuiste tú la que concedió el permiso para ser invadida.

Si eso sucede toma la mano de tu silenciosa soledad y sigue tu camino,
que el fuerte viento peine tu enredado cabello, 
deja que las raíces que han sobrevivido inserten nuevas ilusiones en ti,
permíteles alojarse en tu corazón para sembrar nuevas frutas
y para abrir paso entre los escombros hacia un nuevo horizonte.
Deja que el día reponga cada hoja caída.

Avanza con la mirada en alto, 
nunca mires hacia atrás porque 
recordarás las veces que fui agua dentro de tu tierra 
humedeciéndote lo suficiente para crear vida nueva.
Cuando sientas la tentación de mirar hacia atrás, corre;
porque si miras querrás volver a sentir a ese extraño ser que rondaba 
los bosques admirando tu naturaleza,
dejando que el aire fluya,
bailando sobre la arena al escuchar tu voz en las olas.

Con el pasar del tiempo volverás a florecer y volverás a ser imponente.
No habrá adversidad que derrumbe tus montañas
ni diluvio que disuelva tu destino,
tu abrumadora realidad volverá a ser vida y muerte para alguien.
La espesa nieve cubrirá tu pasado y
tus volcanes estarán listos para lanzar algo más que lava cuando sea necesario.
En ti nacerán nuevas criaturas ansiosas de probar
tus sabores.

No dejes caer ninguno de tus pétalos por mí,
volveré feliz a mi lugar después de esta experiencia 
en un mundo que era desconocido y me intrigaba,
cuidaré mis galaxias y lunas abandonadas,
me bañaré en lluvias de meteoritos,
veré nuevas estrellas nacer y morir 
hasta tener valor de emprender un nuevo viaje.

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