Desorden

Sigo creyendo en que la libertad nace de los corazones reprimidos
y muere en el beso de los amantes.

Sigo escondiéndome entre palabras no dichas.
Sigo creyendo que no existe "el dueño del circo" y que todos somos animales.
Sigo pensando en que si un par de palabras se quedan nuevamente en el nudo de mi garganta tendré mi libro mental finalizado.
Sigo confiando en que cuando alguien vaya a estudiar derecho va a exigir que le enseñen algo de izquierdo también.

Hay tantas cosas que quiero y debo decirte, pero hay poco tiempo.

Sigo teniendo esa piedra sobre mi alma,
la culpabilidad no me mata pero hace más lento todo el proceso.
Esta estúpida idea de escribir y borrar para tratar de decir algo.
Puedo sonreír todo el tiempo,
pero no siempre las cosas están bien.

El ego maneja la vida.

Hablando con Alba en la noche,
me di cuenta que hay una cosa de la que sí me arrepiento,
mi no-continuidad.

Invadir nuestro pasado y quemar todo rastro de vida, eso es superar.
No me sigan que estoy más perdida que bala en protesta estudiantil.
No sé hacia donde me dirijo, sólo acumulo velocidad.

Respiro profundo y sostengo tu mano, seguimos caminando.
Con las dos vidas que tenemos es suficiente... la mía y la tuya.

Suspiros que cobran vida y se estrellan contra cuadernos para poder ser leídos.

Cuando nací mi padre disparó al aire, fui su primera bala... perdida hasta ahora. Mientras mamá me susurraba al oído "que tu corazón te guíe pequeña fugaz".

En un estornudo se fugó la idea que me haría millonaria,
se fugó con mis aciertos y valores.
Me dejó en la nada,

Casi paralizado decidió dejarle su destino a la única moneda que tenía.
Ni cara ni cruz, el borde le enseño a creer en los milagros.

¿Recuerdan cuando dije que estaba sentada esperando a que pasen aquellos incrédulos? Pues sigo aquí y ya escucho pasos.

A veces imagino que hablo con alguien sobre todo lo que no ha podido hablar la humanidad.

Me encanta que me hagas suspirar,
y que no lo sepas me encanta más.

Este mundo es para todos, pero los sabidos gobiernan.
Todas las personas conocen al amor antes de morir,
pero lo bueno es que nadie sabe cuando morirá.

Este truco barato de leerte a escondidas, ese truco barato de leerme a través de alguien más.
Al final sólo quedan textos indirectos que nos hacen suspirar y volver a revisar las fotos.

El poema sigue en construcción y mi amor en crecimiento.
45 años haciéndome feliz, porque hace 25 años yo ya reía contigo.