'El ser humano' no es el nombre de una especie, es un estado: el SER humano.
Sí, justamente eso: ganas de correr hacia ti y matarte con mis más precarios poemas hambrientos y sedientos de tus suspiros.
Paso mis días reinventándote en cada ligero perfume que va un paso delante de mí,
en cada gota de cafeína convertida en mancha sobre los papeles que no decían nada importante.
en cada gota de cafeína convertida en mancha sobre los papeles que no decían nada importante.
Quizás si debí contarte todo lo que pienso y siento aquel día,
pero las serpientes rodeaban nuestro espacio esperando la oportunidad perfecta para dar atacar.
¡No pude!.
pero las serpientes rodeaban nuestro espacio esperando la oportunidad perfecta para dar atacar.
¡No pude!.
Yo tan idealista y tu tan tradicional... Yo tan 'cambio' y tu tan 'continuar'.
No nos separó la distancia, sino los objetivos.
Aquel espacio vacío que dejaste solo susurra constantemente que la ley de la vida es así,
gana el poder más no las promesas cumplidas,
y la ley de esta vida se está cumpliendo una vez más.
gana el poder más no las promesas cumplidas,
y la ley de esta vida se está cumpliendo una vez más.
La luz de la luna te ilumina solo a ti, haciéndote resaltar del montón.
El aire cada día es más espeso,
hay mentiras que respiramos sin darnos cuenta.
-sobretodo aquellos de nariz grande y ojos vendados-.
El poder de tus palabras disminuye el sentimiento agobiante de los corazones sin aparente salida,
y tratas de descifrar mis delirios camuflados en claves de sol,
en vasos a medio llenar,
en los golpes continuos de mis pinturas,
en espejos sin reflejos,
en elefantes rosados leyendo cada pétalo de las margaritas.
En recuerdos baratos de Chile,
en una baraja de naipes,
en sonrisas que ocultan lágrimas,
en lágrimas que ocultan las más bellas sonrisas,
en bostezos de ternura,
en discos grabados con silencio,
en libros que nunca terminé de leer,
en las más bellas tardes del sábado,
en una llamada perdida.
Tratas y no puedes.
Y no puedes porque no sabes que mis delirios te son cantados por la sombra que dejé sentada aquella noche dentro de tu mente,
aquella misma noche que el lobo devoró el cuento que estaba a punto de leerte.
Destrozó de una mordida una parte de mi fe;
una ráfaga de viento te va a susurrar aquellas palabras que nunca pude decir.
La sombra viste de verde -esperanza-.
y tratas de descifrar mis delirios camuflados en claves de sol,
en vasos a medio llenar,
en los golpes continuos de mis pinturas,
en espejos sin reflejos,
en elefantes rosados leyendo cada pétalo de las margaritas.
En recuerdos baratos de Chile,
en una baraja de naipes,
en sonrisas que ocultan lágrimas,
en lágrimas que ocultan las más bellas sonrisas,
en bostezos de ternura,
en discos grabados con silencio,
en libros que nunca terminé de leer,
en las más bellas tardes del sábado,
en una llamada perdida.
Tratas y no puedes.
Y no puedes porque no sabes que mis delirios te son cantados por la sombra que dejé sentada aquella noche dentro de tu mente,
aquella misma noche que el lobo devoró el cuento que estaba a punto de leerte.
Destrozó de una mordida una parte de mi fe;
una ráfaga de viento te va a susurrar aquellas palabras que nunca pude decir.
La sombra viste de verde -esperanza-.
Delirios camuflados en faltas ortográficas,
en tweets sin HT,
en fracasos que no te pude contar,
delirios camuflados en un 'hola' sin respuesta.
en tweets sin HT,
en fracasos que no te pude contar,
delirios camuflados en un 'hola' sin respuesta.
Abrazos que no pude dar, palabras que quedaron en el aire.
Un paso a un lado.
Aquella mañana intenté sacar la piedra que presiona mi alma,
pero no pude... y ya no podré.
Dejaste sin destino un mouse -que ya no tiene quién le de click-.
Ahora sí: "No tengo mucha plata, y tampoco tengo cobre..." ¡Aquí ya nadie baila y punto!
Que el relieve de la luna,
su color cálido y su significado te iluminen y
te guíen por el camino correcto hacia tu verdadero destino.
Entre miradas podemos descubrir que no todo esta 'bien'.
Todos los días suena una alarma en mi alma recordándome todo lo que pasó,
mientras que el que lanzó la piedra y escondió la mano está caminando libremente entre sus mentiras; pisando cada verdad dicha.
mientras que el que lanzó la piedra y escondió la mano está caminando libremente entre sus mentiras; pisando cada verdad dicha.
Yo, que vi cómo lanzaron la piedra y rompieron algo más que un vidrio,
tengo un letrero que dice "aquí yace alguien que pudo ser menos peor".
tengo un letrero que dice "aquí yace alguien que pudo ser menos peor".
Hechos que marcaron la diferencia entre un cuento y una historia real.
Acciones que lastimaron y que sirven solo para una cosa: seguir haciendo daño.
Palabras que quedaron tatuadas en la conciencia y en el corazón,
perfumes que quedan en el aire todo el tiempo como recordatorio de una existencia lejana,
miradas profundas que te queman la piel y la conciencia.
perfumes que quedan en el aire todo el tiempo como recordatorio de una existencia lejana,
miradas profundas que te queman la piel y la conciencia.
Aún quedan espacios en blanco que debemos llenar con esas palabras que están en fila esperando ser pronunciadas.
Vi claramente como las letras devoraban su corazón.
Hay una fila muy grande de palabras que no fueron dichas,
siguen esperando.
Quedó un abrazo en el aire,
una risa sincera y un reloj que marcaba el principio del final,
todo esto se asemeja a los vidrios de las comisarías,
esos donde tú puedes verlo todo y al mismo tiempo nada ve nada.
una risa sincera y un reloj que marcaba el principio del final,
todo esto se asemeja a los vidrios de las comisarías,
esos donde tú puedes verlo todo y al mismo tiempo nada ve nada.
Frente a frente sin palabras.
Los gritos van y vienen,
pero al final es el silencio incómodo lo que nos duele.
Falta poco, aguanta por favor.
Atrapa una bocanada de aire en tus pulmones y
sumerge tu cuerpo dentro del mar de mentiras...
¡Y sigue nadando! Confía una vez en mí,
¡Falta poco!
...
Atrapa una bocanada de aire en tus pulmones y
sumerge tu cuerpo dentro del mar de mentiras...
¡Y sigue nadando! Confía una vez en mí,
¡Falta poco!
...
-faltaba tan poco-.
Un barquito de papel que navegó durante horas sobre el mar de la controversia.
Finaliza el día cuatro y
sigues justo sobre la piedra que lanzó aquel que escondió la mano.
Así finalizó el capítulo de transición en el libro de mi vida titulado:
"Si duele, aprendes; el rincón gris que dejaste".
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